jueves, 23 de octubre de 2014

Primera voz

La primera vez duele. Es una de esas grandes verdades que no nos dicen al nacer. El primer diente caído, el primer examen reprobado, el primer golpe, los primeros ejercicios... la primera vez.

     Recuerdo haber reído con demencia luego de pensar que la primera vez en que tomé agua mineral Topo Chico (particularmente sobre-gasificada), dolió pero luego me gustó. El símil me hizo resoplar el agua de risa en plena avenida. Lo cual también es indicativo de mi carácter. En fin...

     Siempre hay una primera vez.